Un logotipo es un símbolo gráfico que ayuda en la identificación de una empresa o institución y en su mayoría, está compuesto por una imagen y el nombre de la marca. Al momento de crearlo, deben considerarse algunos aspectos que ayudarán a un mejor reconocimiento de la marca.

Debe tener facilidad de interpretación.

Cautivar a la audiencia con facilidad es posible si logras contar con un logotipo legible. Los diseñadores podrán encargarse de bosquejar distintas propuestas de formas y colores que plasmarán mejor el objetivo y valores de tu empresa. Considera que un óptimo impacto visual podrá lograrse si plasmas la esencia de tu compañía en cada elemento. En el caso del logotipo deberá ser único y original para ser distinguido frente a su competencia. 

Clasificación

Existen distintos términos para denominar al símbolo que identifica a las compañías, los cuales de acuerdo su composición reciben un nombre.

• Logotipo.

Está compuesto únicamente por texto. Con la ayuda de la tipografía, del letterring y la caligrafía, puede dotarse de personalidad a una marca, como por ejemplo el logotipo de Netflix.

• Isotipo.

A través de este símbolo se busca plasmar los valores de la marca, su giro o historia. Prácticamente es sólo una imagen, no emplea palabras. Un ejemplo es la manzana de Apple.

• Imagotipo.

En él se conjuntan la imagen y el texto para dar personalidad a la marca. Pueden mantenerse separados y aún así, seguir comunicando de qué compañía se trata. Por lo regular la imagen se posiciona arriba del texto, por ejemplo el de la marca ADIDAS.

• Isologo.

A diferencia del Imagotipo, aquí deben estar agrupados el símbolo y las palabras, no pueden separarse, pues su representación gráfica contempla la comunicación visual y textual en conjunto, como puedes observar en la marca Burgen King.

Debes tener presente qué tipo de símbolo necesitas para tu compañía, partiendo de él podrás posicionar su imagen con tu público objetivo e imponerte ante tu competencia.